¿Quién abusa a quién?

Laura Saladié.- El pasado lunes 30 de marzo tuve la ocasión de conocer y entrevistar a Jordi Basté, conductor y director del programa “El món a RAC1” de la radio catalana del Grupo Godó, RAC1. En su programa hay una sección los miércoles en que se habla sobre crónica social con el periodista Josep Sandoval, y le pregunté a Basté si según su criterio profesional como periodista no vinculado exclusivamente en el mundo de “la prensa rosa”, creía que los famosos buscaban que los persiguieran o si era la prensa rosa quien “abusaba” de ellos. Basté me contestó lo siguiente: “Yo creo que son los dos elementos; creo que la prensa rosa en momentos determinados abusa de los famosos pero hasta donde ellos dejan abusar. A partir del momento que tú pones freno, la cosa cambia… Yo conozco mucha gente que no aparece en la prensa rosa como Ariadna Gil, David Trueba, Joan Manuel Serrat… No los veo en la prensa rosa; alguna vez sí cuando presentan algún libro o alguna película, pero no los veo fotografiados cuando van por la calle… Después hay otros que hacen de su vida un “comercio”, y que después son los primeros que dicen que “no, es que yo ahora no quiero que me sigan, sólo quiero que me sigan cuando a mi me interesa”… Esto son los otros elementos que yo creo que fomentan que haya prensa rosa en la actualidad. Y después hay un tercer elemento que son los “frikis”, que muchos de estos son los que alimentan programas de televisión de prensa rosa”. Después de mantener esta conversación, reflexiono en torno lo que me comentó Asunción Pujol referente a los derechos constitucionales de los personajes públicos, las actuaciones de la revistas, etc. Por encima de todo, ellos son los que deciden cómo y cuándo la prensa rosa puede entrar en sus vidas: si ellos mantienen su privacidad, no darán pie a que los periodistas de la prensa del corazón se entrometan en su vida íntima. Sin embargo, los periodistas crean morbosidad innecesaria en la sociedad; Francisco Tomás y Valiente, expresidente del Tribunal Constitucional, decía en un artículo de La Vanguardia: “Sacar determinadas fotografías de determinadas personas en determinadas situaciones, me parece que guarda muy poca relación con el derecho a la información”. Sí que los famosos deciden el momento en que forman parte de este “mundo rosa”, pero el trato que realizan muchas veces estas revistas es cuestionable. Está claro que existe el derecho a la libertad de expresión pero se tiene que tener en cuenta lo que se publica sobre los personajes de proyección pública… Tanto unos como otros han de ser conscientes de sus actuaciones, porque entre ellos, al fin y al cabo, se necesitan para mantenerse “a flote”.

Bibliografía.

TOMÁS Y VALIENTE, F. “El derecho a la intimidad de la persona se transgrede con mucha frecuencia”. La Vanguardia [Barcelona] (12 marzo 1989), p.23 [En línia] <http://hemeroteca.lavanguardia.es/preview/2001/10/24/pagina-23/33060103/pdf.html?search="derecho%20a%20la%20intimidad>

SÁNCHEZ DÍAZ, Andrés. Prensa rosa, voto azul. Primera edición. Navarra: Ardi beltza, 2000. ISBN 84-931197-3-3.